Durante la cocción
de los ánodos se generan gases residuales, los cuales van cargados con
alquitrán, estos salen de los hornos de cocción a una temperatura de entre 150
y 180°C como máximo. Los gases residuales debido a su contenido de alquitrán y
otros compuestos tóxicos son transportados a la planta de depuración de gases
para su respectivo tratamiento antes de ser liberados al ambiente.
La planta de depuración consta de una
torre de enfriamiento (o enfriador por evaporación), un electrofiltro, una
chimenea y un sistema de neutralización.
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